CALIDAD Y EQUIDAD: EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI EN VENEZUELA
Keta Stephany
En el contexto de grave crisis de la educación en Venezuela debemos abordar, como sociedad, una verdadera discusión en relación con nuestro sistema educativo.
El proceso educativo debe garantizar la igualdad de oportunidades y atender al principio del mérito, para que las diferencias que resulten de él respondan a los dones naturales, al esfuerzo personal, y nunca a la condición social, identidad política o religiosa, ni a razones económicas. Debe partir de procesos formativos validados, serios, interdisciplinarios e ideológicamente plurales. Convertirse en elemento clave de la superación de la pobreza, del desarrollo científico y tecnológico, de la realización individual y de una estrategia de progreso nacional sustentable. Brindarle a nuestra juventud la diversidad de puntos de vista sobre la historia, la economía y la cultura, así como las diversas fuentes de información y de creación.
Para ello, como Nación, debemos procurar una educación pública de calidad, accesible para toda nuestra niñez y juventud, sin distingos de clase social y procedencia geográfica.
Eso supone un esfuerzo real y de gran magnitud dirigido hacia la educación pre-escolar, básica y media, para la construcción y dotación de nuevas escuelas, la contratación de docentes bien formados, la retribución justa de su esfuerzo y la escolarización de todos nuestros niños y niñas.
Por otra parte, hay que desarrollar políticas hacia las instituciones públicas de educación básica y educación media, en función de elevar la calidad de la enseñanza que ahí se imparte y disminuir la distribución desigual del acceso al conocimiento, con la contribución de las universidades. El desafío es alcanzar una educación de calidad para el 100% de la población en edad escolar.
En el nivel universitario, la política de superación de la inequidad en la educación pasa por acercar progresivamente la oferta de cupo en las universidades a la demanda. Esto supone: crear nuevas universidades; reponer y crear nuevos cargos en las universidades existentes; diversificar la oferta académica; mejorar y aumentar los servicios estudiantiles. Sólo así habrá equidad en el ingreso a la Educación Superior.
Algunas líneas de acción indispensables para avanzar en ese propósito son:
Que se oriente la discusión hacia la atención de las causas de la exclusión en la educación básica, media y superior, y se diseñe una política cuyo propósito sea la eliminación de toda forma exclusión y el cumplimiento de los derechos educativos que establece la Constitución vigente.
Que se le dé a la educación el presupuesto necesario para cubrir los grandes déficits acumulados en todos sus niveles.
Que se establezcan los requerimientos financieros mínimos necesarios para acometer esta política
Que a estos requerimientos financieros se les dé carácter prioritario y incorporen en el Presupuesto Nacional
Que las universidades presenten un informe acerca de sus posibilidades de crecimiento en términos de nuevas áreas, carreras, cupos y servicios estudiantiles.
Que las universidades incorporen en la solicitud de presupuesto para cada año, como proyecto crecer, los recursos que van a necesitar para la creación de nuevos cargos, la construcción de nuevas edificaciones y todo lo necesario en función de aumentar su capacidad de cupo sin desmedro de la calidad.
Que las universidades incorporen en la solicitud de presupuesto para cada año, como proyecto equidad, los recursos que van a necesitar para dar apoyo permanente a un número determinado de liceos y escuelas, en función de mejorar la calidad de la educación que se imparte en ellos.
Que se incorpore el servicio comunitario obligatorio que prestan los estudiantes al proyecto equidad de apoyo a la educación básica y media.
Tomado de:
http://www.diarioalternativademocratica.com/opinion/otros-columnistas/10612-calidad-y-equidad-educacion-del-siglo-xxi-en-venezuela-.html
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